
Así que tienes un piercing fresco, sin embargo, te preguntas si es seguro o no saltar a una piscina.
Independientemente de dónde te hayas hecho el piercing, es importante seguir algunas normas básicas antes de tirarte a la piscina.
Echemos un vistazo a lo que hay que saber cuando se trata de nadar después de hacerse un piercing.
Nadar con un nuevo piercing
Si te acabas de hacer un piercing nuevo, debes evitar mojar el piercing hasta que la piel exterior se haya curado por completo.
Los tejidos heridos necesitan mucho tiempo para regenerarse suficientemente.
Si te metes inmediatamente en una piscina con un piercing nuevo puedes impedir que la herida se cure debido a la irritación y a una posible infección.
¿Puedo ducharme después de un piercing?
Aunque es importante mantener el piercing seco, esto no significa que no puedas meterte en la ducha para un enjuague rápido.
Sólo asegúrate de enjuagar la zona alrededor del piercing para que no queden restos de champú, acondicionador o jabón.
Asegúrate también de secar la zona una vez que salgas de la ducha, frotándola suavemente con una toalla de papel limpia.
La principal preocupación al nadar después de hacerse un nuevo piercing es el riesgo de infección.
No importa el tipo de agua en la que nades, estás poniendo tu nuevo piercing en riesgo de encontrar gérmenes y bacterias dañinas.
Las piscinas cubiertas contienen cloro, que puede irritar el tejido herido, mientras que las masas de agua al aire libre, incluidos los arroyos, los lagos y los ríos, albergan una plétora de bacterias que pueden provocar una infección en la herida de la perforación.

Señales de una infección después de nadar
Si esperas 48 horas hasta que te lances a la piscina, la posibilidad de contraer una infección de piercing por nadar disminuye un poco.
Esto se debe a que el tejido herido comienza a formar una costra de protección alrededor del piercing.
No obstante, aunque esperes a que pasen las 48 horas, no estás totalmente a salvo. Todavía puedes contraer una infección al nadar.
Busca estos síntomas para saber si tu nuevo piercing se ha infectado o no.
- Tu piercing está visiblemente rojo e hinchado.
- Hay un dolor punzante que parece crecer alrededor del piercing.
- La piel alrededor del piercing está caliente al tacto.
- El piercing puede supurar secreción o pus. La secreción puede ser de color amarillo o verdoso.
- La secreción tiene un olor desagradable.
Si sospechas que puede haber una infección en tu piercing, es importante que busques atención médica de inmediato.
Tu médico debería poder darte antibióticos o una pomada que elimine las bacterias.
Cómo cuidar tu nuevo piercing
Tanto si decides ir a nadar como si no, es imprescindible que cuides tu piercing adecuadamente una vez que hayas completado el procedimiento.
El cuidado de tu piercing requiere principalmente dos cosas: mantener la zona seca y mantener el piercing libre de gérmenes y bacterias.
Cada vez que te haces un piercing, recibes también un bote de spray salino al 0,09% para limpiarlo. Para limpiar el piercing, sólo tienes que rociar la solución alrededor de la joya y de tu piel.
Si hay alguna costra alrededor de la joya o en la piel, no la elimines. En su lugar, deja que el spray afloje la costra y ésta se desprenderá a medida que avance el día.
El mejor producto para el cuidado posterior que he utilizado personalmente es el Spray para el cuidado posterior del piercing After Inked.
No sólo es vegano, sino que también está completamente libre de alcohol y aditivos.
La solución funciona bien en todo tipo de pieles, incluidas las sensibles, y se presenta en un frasco de tamaño generoso para una fácil aplicación.
Si se utiliza desde el principio del proceso de curación, el spray ayuda a reducir los tiempos de curación y pretende eliminar cualquier dolor o molestia.
A veces puedes utilizar un bastoncillo, un pañuelo de papel o un hisopo de algodón para eliminar la costra, aunque si lo haces, corres el riesgo de introducir bacterias en la herida reciente.
Intenta limpiar tu piercing con la solución salina al menos tres veces al día. Muy pronto, tu piercing se curará.
¿Cuánto tiempo tarda en curarse un piercing?
Dependiendo de la parte del cuerpo que hayas elegido para hacerte el piercing, puede tardar desde un par de semanas hasta un par de meses en curarse. Aquí tienes una guía general.
- Lóbulo de la oreja – 6 a 8 semanas
- Cartílago – 4 a 12 meses
- Lengua – 6 a 8 semanas
- Ombligo – de 9 a 12 meses
- Nariz – 2 a 4 meses
Pensamientos finales
Mientras que esperar a saltar al agua después de conseguir una perforación fresca puede ser increíblemente molesto, una onza de prevención es sin duda vale una libra de cura.
Contraer una infección en tu nuevo piercing es una de las cosas más molestas que puedes experimentar.
Por no mencionar que si no cuidas tu piercing correctamente desde el principio, podrías arriesgarte a tener una infección que podría salirse tanto de control, que necesitarás quitarte las joyas y podrías acabar con una desagradable cicatriz.
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